Y por fin, ayer domingo tuvo lugar uno de los desfiles de la temporada. Había mucha expectación por ver cómo pintaba el nuevo Balenciaga con Demna Gvasalia al frente aunque después de ver su colección para Vetements el miedo estaba presente en nuestros cuerpos. En mi caso como mi subconsciente me había preparado para lo peor, finalmente no me ha parecido tan tremendo lo que he visto. Al contrario. Me parece interesante el giro que le ha dado a la firma, a pesar de que el patronaje de las primeras salidas me parece raro, raro, raro, feo y complicado de llevar y precisamente ahí es donde encuentro su punto débil, puesto que tratándose de Balenciaga es en el tailoring donde debería lucirse si se quiere ser fiel a su identidad.
Por otro lado, los guiños más urbanos (y por tanto más Vetements) con la introducción del acolchado tanto en las parkas como en las bufandas me parece interesante, así como la apuesta por unos complementos contudentes, léase, gafas con asas que bien valdrían para sujetar un bolso oversize, la rica variedad de calzado, desde el más lady hasta las planiformas más exageradas y, sobre todo, los bolsos, mi parte favorita, de lejos, del nuevo Balenciaga.
Una buena noticia, las faldas midi plisadas seguirán siendo lo más, así lo dice Gucci (con Alessandro Michele, por cierto, sentado en el front row) y ahora lo confirma Balenciaga.
Balenciaga otoño-invierno 2016/17
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