Lo de la canción desesperada viene primero, cuando ves los efectos que la playa, la piscina, el sol, el caloret, la humedad, la laca y las planchas han hecho en tu preciosa melena. Las mascarillas de amor vienen después, cuando decides ponerle remedio utilizando, nunca mejor dicho, remedios de la abuela como huevo, aceites de oliva y coco y demás ungüentos hidratantes y reparadores.
Aquí tienes dos recetas con sus respectivos tutoriales para que elijas la que más te guste o la que mejor se adapte a lo que tengas en la nevera. Por ejemplo, en algunos sitios el aceite de coco es más popular y más barato que el de oliva y viceversa, pero la idea es siempre la misma: MEGA HIDRATACIÓN.
Para empezar con esta primera mascarilla necesitas tan solo un huevo, por su alto contenido en proteínas, y una o dos cucharadas de aceite de coco. Lo suyo es mezclar bien los dos, teniendo cuidado con la cantidad de aceite porque si te pasas es muy difícil eliminar el efecto “pelo guarro” después. Después se aplica la mezcla sobre el pelo húmedo (ni con mucha agua ni completamente seco) y se deja actuar por unos 20 minutos o cuanto puedas aguantar.
Si tienes un gorrito de ducha para cubrir el pelo mientras la mascarilla penetra bien, mejor que mejor, si no como ves en el video puedes hasta usar una bolsita de plástico a lo “señoras que” cuando llueve por sorpresa.
Igual que en el tutorial anterior, en este segundo video el protagonista es también un aceite, pero en versión typical Espanish, con aceite de oliva, combinado con leche de coco y otro ingrediente hidratante casi con super poderes: la miel.
Durante el año yo diría que, si no estás haciendo una terapia de choque, es suficiente con hacerte una mascarilla de este tipo una vez al mes o cada tres semanas, pero en verano que es cuando más torturamos nuestro pelo, una vez a la semana no está de más.
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