Navegando en busca de las mejores marcas de cosmética natural me he encontrado con un montón de webs en las que se puede adquirir todo lo necesario para hacer tus propios productos de belleza en casa, desde las bases, los aceites esenciales o los extractos, hasta los envases para almacenarlos como una auténtica profesional porque el arte de hacerse cremas en casa va más allá de mezclar un yogur y una cucharada de miel al momento (que también funciona) y los productos que guardamos en la nevera no se conservan mucho tiempo, así que es importante contar con buenos recipientes si vas a rascar un rato (¿qué mejor momento que las vacaciones?) para lanzarte a un DIY y preparar una crema casera a tu gusto y sobre todo según las necesidades de tu piel.
En líneas generales, las cremas se componen de una parte acuosa (puede ser agua, glicerina, pulpa de aloe vera…) y una parte grasa (aceites, mantecas o ceras) a lo que se añaden otros elementos como vitaminas, aceites esenciales o conservantes. Fácil ¿no? Sin embargo, para mí, el principal impedimento para convertir mi cocina en un laboratorio era dónde encontrar tooodas esas cosas que hacen falta (más allá de agua del grifo y aceite de oliva) y cómo mezclarlas con algún sentido, pero gracias a estas webs me he atrevido a hacer mi primer pedido y estoy esperando recibirlo para probar algunas de las recetas que he encontrado. Una vez testeadas, compartiré con vosotras los resultados aunque, por supuesto, estoy abierta a cualquier sugerencia de aquellas que ya os habéis puesto manos a la obra en la mas(carill)a.
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