Como ya sabéis que me encanta el running he pensado hacer una serie de artículos con algunas recomendaciones específicas según lo que se pretenda conseguir. En El Rincón de Moda hemos hablado muchísimo sobre este deporte, la ropa que necesitamos, las zapatillas deportivas más chulas y otros muchos deportes. Pero en esta ocasión vamos a ir un poco más allá y vamos a ver lo que es necesario para terminar un 10K corriendo, sin acabar hechos polvo. Tened en cuenta que yo no soy ni entrenadora ni especialista, simplemente soy una aficionada apasionada del deporte. Por lo tanto os contaré mis experiencias propias y, ante todo, mi recomendación es que siempre os pongáis en manos de profesionales para realizar cualquier actividad física.
Los 10K en running
Estoy convencida de que si empezáis con esto del running y no lo dejáis a la primera de cambio, os comenzarán a engatusar las carreras populares. Las de 10 kilómetros son la joya de la corona, las que casi todo el mundo quiere hacer. No son largas distancias ni tampoco son carreras muy cortitas, por lo que además sirven como entrenamiento y para medirte a ti mismo. Los runners siempre buscamos mejorar nuestra MMP (mejor marca personal) en este tipo de carreras.
Eso sí, para terminar una 10K debes estar preparado para ello. No vale salir a correr un par de veces y apuntarte a la carrera. Os garantizo que, pese a que vuestro fondo no sea malo, la carrera acabará con vosotros. ¿Por qué? Pues porque no es lo mismo salir a entrenar a tu ritmo relajado que medirte en una carrera. Por experiencia os digo que ante cualquier evento deportivo, si vais con la intención de ir tranquilos al final vuestro ritmo medio siempre será muy superior al de los entrenos. Y es que hacer running con tu dorsal, escuchando el pistoletazo de salida y con otros corredores alrededor motiva y mucho.
Yo os recomiendo entrenar 3 veces por semana y tomaros muy enserio los descansos. Obviamente esto en el caso de que seáis corredores amateur. Tras cada entrenamiento, un día completo de descanso es fundamental para que vuestro cuerpo asimile bien cada carga del entreno. No penséis que ese día de descanso va a hacer al cuerpo olvidar lo que ha ganado. Todo lo contrario, lo asimilará mucho mejor y no caeréis en posibles sobreentrenamientos que no benefician en absoluto.
Cada semana dedicar un día a hacer un entrenamiento Fartlek en pirámide puede ser estupendo. En su defecto, se pueden hacer series de 1 ó 2 kilómetros a un ritmo superior al habitual. Entrenar cuestas es fundamental. Para ello os ponéis ante una pendiente importante y subís a máxima velocidad. Esto lo tenéis que hacer unas 10 veces. Al terminar las cuestas continuáis con vuestra carrera y fin del entrenamiento. No os olvidéis nunca de estirar perfectamente después de cada sesión.
Si sois nuevos en el running no os apuntéis a un 10K como primera carrera, empezad desde abajo. Hay carreritas de 5 y 6 kilómetros que están muy bien. Mi primera carrera fue de 8 kilómetros y os puedo decir que casi me da algo cuando acabé. Hacía muchísimo calor y un sol de infarto me daba todo el rato en la cabeza. Fui muy listilla y no me llevé hidratación así que mi primera carrera fue una gran odisea y todo un desastre, por lo que os recomiendo empezar con menos kilómetros para ir aumentando y cogiendo experiencia. De aquella primera carrera de 8K hasta hoy han pasado muchos años y os garantizo que nunca se tiene todo aprendido en el running. Y no os olvidéis de que acumular medallas tras cada carrera se convertirá en toda una obsesión.
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