Muchas ya sabéis lo importante que es disfrutar de unas correctas rutinas de higiene y cuidado facial para contar con una piel tersa y luminosa. Cuando me refiero al “cuidado” no estoy queriendo decir a la necesidad de ponernos cremas y productos cosméticos, sino más bien a lo importante que resulta mantener una limpieza extrema en nuestro rostro. Para conseguirlo es fundamental que tengáis en cuenta algunas pautas muy importantes.
Cuidado facial paso a paso
Lo primero que debemos saber todas es que el cuidado facial es importantísimo para que nuestra piel luzca tersa, firme y limpia. No es tan necesario el uso de miles de productos como las atenciones que debemos prestarnos cada día. A veces los cosméticos más económicos nos pueden ayudar a solucionar estas cosas. Aunque, obviamente, cuanta más canela le echemos mejor que mejor.
En mi caso, suelo ser muy constante para estas cosas pero sí que es cierto que recurro a rutinas faciales muy rápidas, no me gusta nada entretenerme muchísimo tiempo en el cuidado facial. Más que nada es una cuestión de pereza absoluta. Así que os voy a decir los “tips” que a mí me funcionan estupendamente.
En primer lugar debemos pensar que la piel de nuestro rostro tiende a ensuciarse muchísimo. Ya sabéis que la polución, la cantidad de veces que nos tocamos la cara, las bacterias, etc. se alojan en nuestra piel y es necesario eliminarlas debidamente para que sigamos contando con esa luz deslumbrante en el rostro.
Nada más levantaros es fundamental que limpiemos perfectamente la piel. Este será el primer paso del cuidado facial más básico. Para ello, yo recurro a los jabones limpiadores. Ya os dije que me encanta el de Clinique, pero los hay más baratos que también funcionan muy bien. A mí me gusta que hagan mucha espuma.
Tras esto, yo suelo pasar un algodón con agua micelar de Biotherm y luego otro con un poquito de tónico. Y ya está, ahora solamente me queda aplicarme la crema de día que esté utilizando en ese momento. Ya os di las pautas de mi rutina facial de día en otro artículo.
Y, obviamente, por la noche habrá que hacer lo mismo, pero con alguna peculiaridad. Si nos hemos maquillado, habrá que retirar el maquillaje primero. Para ello, yo utilizo un desmaquillante bifásico. Tras esto uso el agua micelar y después es cuando me lavo la cara con el jabón. Este último paso lo hago en la ducha para optimizar mi tiempo. Al salir solamente me queda el tónico y el tratamiento que esté usando en ese momento. Como veis mi rutina de cuidado facial no es para nada complicada y de verdad que la piel gana un montón.
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