¡Último lunes de agosto! ¡Esto ha pasado volando! Tengo la sensación de que cada día es más corto, de que nos han engañado y que en lugar de 24h hay 12h, de que las horas no están compuestas de 60 minutos sino de menos... En fin, que el verano está pasando como un suspiro y yo siento cierta nostalgia porque esta vez casi no me he enterado.
Ha sido un verano diferente en muchos sentidos. La primera parte de él estuvimos tan a tope con nuestra nueva casa, eligiendo, mirando planos, parquet, baldosas, comparando... que eso ha hecho que me volviera un poco loca y los días se pasaran volando.
A nivel de trabajo me metí en un bucle del que me fue difícil salir hasta que el día de las vacaciones decidí relativizar y disfrutar de todo con calma, dejar que todo fluyera y pensar que en septiembre, todo se pone en orden.
Hoy sigo disfrutando de nuestro viaje como podéis ver en mis redes @atrendylife y lo estoy saboreando mucho. Nos está sirviendo para aislarnos y dejarnos llevar sin más, planificando pero sin planificar, reconectar con nosotros y pensar mucho para volver con energías renovadas.
Sin embargo, este verano de cambios me ha enseñado algunas lecciones. Momentos de agobio que me han enseñado algunas cosas como cerrar todo y parar. Salir a darme un garbeo yo sola cuando lo he creído necesario, pensar más allá aunque fuera consciente del presente y apreciar todo más todavía si cabe.
Momentos de alegría infinita soñando con nuestro nuevo hogar. Un hogar donde llevar a cabo muchos sueños, muchas ilusiones, la casa de nuestros sueños... ¿hay mejor sensación que esa?
Por eso creo que este, está siendo mi verano, está siendo el verano de los sueños. Quizá no haya habido tardes de piscina que he sacrificado en trabajar duro para poder ir después de vacaciones o para poder pagar nuestra casa los próximos x años, quizá no haya habido grandes momentos de ocio o quizá no haya visto a los míos menos de lo que me gustaría o haya jugado menos con mis sobrinos (esto sí que me duele mucho), pero estoy segura de que todo compensa y de que el verano que viene pasaremos grandes momentos juntos. Ningún camino fácil te llevará a algún sitio que valga la pena.
Como siempre, la sensación de verano fugaz está ahí, pero eso también lo hace único. No conozco a nadie que reconozca que su verano pasa a cámara lenta...
En unos días todo volverá a la normalidad, al ritmo de siempre, a los madrugones y despertadores, a las rutinas pero también, a nuevas cosas que cada curso nos depara.
Espero que disfrutéis estos últimos días de agosto al máximo, tal y como lo voy a hacer yo. Soñad despiertos cada día porque los sueños se cumplen, aunque nadie dijo que fuera fácil conseguirlos...
Bañador: Dolores Cortés
¿Cómo ha sido vuestro verano?
¡Contadme y nos vamos leyendo para hacernos más amena la llegada de septiembre!
En la selección shopping de hoy, algunos bolsos para hacer más llevadera la vuelta al cole... ¡dejamos el capazo y volvemos a los bolsos! :)
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