Las que nos seguís desde hace tiempo sabréis que en Fashionisima nos hicimos adictas a las mascarillas faciales y potingues con forma de conejitos y pandas hace mucho ya, pero los cosméticos que vienen de Corea son mucho más que una monada.
Lo que en mi opinión de beauty adicta ha convertido esta moda en fenómenos son tres claves:
1. Tienen productos tremendamente específicos para cada problemática y tipo de piel.
2. Sus fórmulas incluyen ingredientes naturales nuevos para nosotras, pero de tradición milenaria en Asia (arroz, baba de caracol, arcilla, té verde…).
3. Proponen una rutina de belleza de lo más ceremoniosa y con un montón de pasos.
“En Corea solo la limpieza ya se hace en dos pasos y con dos productos diferentes“, me explicaba Son, la encargada de la tienda Miin Cosmetics (Fuencarral 91, Madrid/Pau Claris 110, Barcelona), que sabe latín en cuestión de piel.
Además de ser encantadora, Son me explicó paso a paso cómo sería una rutina de belleza a la coreana para un tipo de piel hipe sensible y seca como la mía. Además me habló de las propiedades de ingredientes como la baba de caracol, que aunque aquí nos sonara a broma cuando empezamos a ver anuncios de cremas con este extracto en el “Teletienda”, en la cosmética coreana se usa mucho para hidratar en profundidad y prevenir la aparición de arrugas, ya que se ha demostrado que es rica en ácido hialurónico y las marcas que lo utilizan aseguran que estimula la producción de colágeno y elastina.
Después de ponerme al día en ingredientes y novedades coreanas, salí de allí con la crema Snail Bee, una facial que combina un alto contenido en esta baba prodigiosa con, atención, veneno de abeja -otro ingrediente de moda que aseguran es super rico en péptidos, encimas y aminoácidos que consiguen que tu piel parezca mucho más tersa- y aceites naturales de olmo, argón, cártamo y sauce, entre otros.
Aún no la he usado lo suficiente como para notar si mi piel ha vuelto a un estado preadolescente, pero si pasa os mantendré informadas.
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