Dicen que las mejores cosas en esta vida no son cosas y no puedo estar más de acuerdo. Son sensaciones, sentimientos y sobre todo emociones, las que nos hacen disfrutar al máximo de la vida y dar las gracias por todo.
Nunca he sido gran fan de nada, ni cuando era jovencita tenía grupos o cantante favorito y nunca me moría de la emoción al ver a ningún artista o grupo.
Ahora tampoco soy una loca empedernida pero sí que cuando los escucho a ellos, una bonita sensación me invade, emoción, calma y buen rollo al mismo tiempo. Bueno, sí, no voy a mentir, soy MUY MUY FAN de Coldplay. Son un grupo que me ha acompañado en muchos momentos de mi vida, buenos y no tan buenos y cuyas canciones, son mi mejor terapia y banda sonora para cualquier momento y situación. No sabría quedarme sólo con una canción aunque "A sky full of stars" es una de mis preferidas porque todas TODAS tienen algo que me atrapan.
Sus conciertos son pura energía, un chute de "buenrollismo" por todos los lados y una oda a la felicidad y al amor por la vida. Un espectáculo de luces, color, mucho color y muy buen rollo. Esta vez en su concierto en Barcelona, no fue menos. Ya era mi cuarto concierto y una vez más estuve allí para dejarme embriagar por esa sensación de felicidad inmensa que produce escuchar a Chris y a su equipo.
Cuando me enteré que venían, no se me olvidó la fecha de compra de entradas y allí estuve yo pasando nervios hasta que tuve las nuestras.
Cuando me enteré que venían, no se me olvidó la fecha de compra de entradas y allí estuve yo pasando nervios hasta que tuve las nuestras.
Casi no lo cuento porque volvía de París y mi vuelo se retrasó debido a la huelga y llegué algo justita al concierto, sino allí hubiéramos estado todavía más cerca del escenario. Aun así no me quejo, soy de la loca que compra las entradas que están pegadas al mismo para verlo cerca... Sí, eso es muy de "fan" :)
En cuanto estuve allí se me olvidaron todos los nervios, los agobios en el avión, las conversaciones con el taxista diciéndole "cuanto falta" y el haber llegado al hotel, cambiarme en un minuto e ir al concierto con cara de zombie... ¡Era una zombie muy muy feliz!
Una vez más salté, grité, bailé y lloré, lloré mucho, pero las lágrimas eran de emoción máxima por verlos a ellosy escucharlos. Eran lágrimas de felicidad por saborear un momento especial, uno de esos instantes que siempre recuerdas con mucho cariño y que te producen un enorme subidón que te hacen amar la vida todavía más, y es que ya lo dicen ellos: VIVA LA VIDA...
También, una vez más, me di cuenta de que lo material nos produce alegría unos momentos, instantes o incluso días, mientras que las sensaciones, nos evocan sentimientos, toda la vida...
Gracias Chris y equipo por hacernos vivir momentos tantos momentos especiales con vuestra música, de esos que se guardan para siempre y por regalarnos una vez más, esta increíble experiencia.
Espero veros muy muy pronto donde sea, pero necesito esa "medicina" vuestra y ese chute de buen rollo que desprendéis siempre y con el que sois capaces de embriagar a miles y miles de personas... ¡que de eso hace mucha falta en este mundo! :)
(Yo quería volver de nuevo el viernes, no me hubiera importado NADA!)
(Yo quería volver de nuevo el viernes, no me hubiera importado NADA!)
Todas las fotos son tomadas con mi móvil y aquí en mi Instagram tenéis un vídeo que hice, ponerlos todos sería imposible jejeje.
¡A disfrutar del domingo amigos, sea cual sea vuestro plan!
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