Gracias a la insistencia de los médicos, marcas de cosmética y medios de comunicación, hemos llegado a un punto en el que salir de casa de sin protección solar por la mañana es como salir sin lavarse los dientes… Vale, igual me he pasado, pero es el objetivo. Ya no tienes excusa si no te gusta la textura porque hay 800; si tienes la piel muy sensible o muy grasa porque también hay uno formulado para ti.
Aquellas a las que os preocupan los granitos tenéis que buscar fórmulas ligeras como la de Shiseido Urban Environment SPF 42, que no lleva aceite y tiene una textura acuosa que se extiende muy fácilmente sin dejar una sensación de “pegote”. Además es resistente al agua. También te gustará Avène Ultra-Light con factor SPF50, un clásico para el día con acabado mate.
Si te preocupan las arrugas y quieres añadir a tu rutina anti-sol una dosis extra de anti-edad, utiliza un protector con antioxidantes (todo muy anti, como Rihanna), como el aceite seco C+C de Natura Bissé que tiene factor SPF 30 e ingredientes ricos en betacarotenos como aceite de zanahoria, de pepita de uva (un agente anti edad muy power), vitaminas E y F que también ayudan a mantener la piel hidratada.
Mis amigas de la piel sensible conocerán bien la oferta solar de La Roche Posay, ¿verdad? Los dermatólogos la recomiendan mucho para pieles con tendencia a las rojeces, dermatitis, eczema y similares. Prueba su Anthelios SPF 60, que aunque tiene un factor de protección solar muy alto, también tiene una textura mate y además cunde mucho, aplica solo unas gotitas con cuidado. He leído en varios foros que por su textura, hay muchas beauty adictas que lo utilizan como primer antes de aplicarse el maquillaje, ¡eso que te llevas!
Elijas la que elijas, siempre recuerda que el mínimo minimísimo es un factor SPF 15 y, si vas a estar horas en la playa, piscina, parque o similar, usa al menos factor 30 y vuelve a aplicarte una segunda capa a las dos horas.
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