Ayer mientras trataba de encontrar alguna scoop referente al desfile de Dior, me encontré con un video de los fittings en el que salía Kendall Jenner y me dije: “Oh Dior mío! Si tienes que echar mano de la mediática modelo es que la colección debe ser floja.” Así ahora mismo se están escribiendo crónicas sobre el debut de Kendall para la firma francesa que, finalmente, va a ser de las pocas novedades que ha presentado. Y es que salvo por la diferencia de que Raf no ha salido a saludar al final del desfile, parece que nada haya cambiado en la casa francesa, vamos, la misma percepción que tuvimos cuando la Semana de la Alta Costura de París.
A la espera de encontrar un nuevo patrón de barco (y lo que te rondaré morena), el equipo interno ha debido de recibir órdenes muy concretas de arriba para que cambien poco o nada el estilo del Dior de estos últimos años. Y es que es lógico que así sea cuando los motivos de la partida de Raf Simons han venido por parte del diseñador y no por las cifras de venta. Pero, ¿qué queréis que os diga? Después de ver en lo que se ha convertido Lanvin sin Elbaz, esto no me parece tan tremendo aunque, y resumiendo, encuentro totalmente necesario que tanto una firma como otra vuelvan a tener a un director creativo EN CONDICIONES (y esto va por ti, Balenciaga, miedo me das) al frente del timón. ¿Es mucho pedir?
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