Con las nuevas propuestas de Pantone en cuanto a colorido para el 2016, los tonos pastel van ganado fuerza en la decoración del hogar. En este sentido, el azul serenidad y el rosa cuarzo se han puesto de moda absolutamente, llenando las estanterías de las tiendas de decoración más importantes. No obstante, estas gamas cromáticas van mucho más allá y pueden conseguir crear espacios ideales, que vale la pena tener en cuenta si pensamos dar un toque diferente a nuestras casas.
¿Qué conseguimos con los tonos pastel en la decoración?
Pues lo más importante es que si apostamos por el uso de tonos pastel en nuestras decoraciones vamos a lograr muchísima luz en las estancias en las que hemos optado por colocar elementos de estas gamas cromáticas. Y, además, nos evocarán muchísima tranquilidad. Eso sí, hay que tener en cuenta algunas reglas básicas a la hora de usar este tipo de tonalidades tan secillas. Es importante no abusar de estos colores para que la decoración no parezca la de una casa de muñecas. Así que, lo más adecuado es escoger diferentes motivos decorativos e ir jugando con ellos y con otro tipo de colores.
Los tonos pastel en decoración funcionan fenomenal con gamas cromáticas frías, en las que el blanco y el gris pueden convertirse en las opciones más adecuadas. Obviamente, habría que descartar la tranquilidad de los colores pastel si nuestra casa está decorada con tonos vivos y potentes. En estos casos, una mezcla similar nos podría destrozar el estilo de la estancia.
Las opciones para decorar con este tipo de gamas cromáticas son muchísimas, pero las mejores ideas pasan por tener en cuenta diferentes estilos. Por ejemplo, los tonos pastel van ideal con las estancias que abogan por la decoración industrial. Lo mismo ocurre con el estilo vintage, que será el amigo perfecto de estos colores claros, que aportan muchísima luz si se utilizan debidamente.
Una buena idea es decorar el espacio de trabajo con tonos pastel. Para ello, un escritorio blanco pude ser la base de este tipo de decoraciones. A partir de ahí, se trata de escoger elementos decorativos sencillos que nos hagan ver la luz que aportan estos colores. Los cuadros y pequeños accesorios nos ayudarán a conseguirlo.
Las habitaciones infantiles, por su parte, pueden convertirse en las mejores estancias para arriesgar con estas gamas cromáticas. Pero no os quedéis en el rosa y el azul. Los amarillos y los verdes agua son perfectos y muy bonitos.
Obviamente, cualquier estancia de la casa puede ser susceptible de una decoración en tonos pastel. Para ello, simplemente habrá que seguir una línea firme que convierta la habitación en un espacio único y personal.
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