¡Hola! Hoy tenía pensado sacar un post de look, pero tal y cómo se ha dado el fin de semana, he decidido sobre la marcha hablar de otras cosas hoy. El sábado surgió uno de esos imprevistos que pueden dar lugar a un buen caos. Y mientras buscaba ayuda a través de whatsapp, recibí un mensaje de voz consolador de una amiga. Lo suyo no fueron palabras de consuelo propiamente dichas, sino palabras de las que inspiran e iluminan y que me ha apetecido compartir con vosotras para seguir pasando el testigo.
La pregunta que me lanzó fue ‘qué me daba miedo del caos’ y me invitó a disfrutar de él. Y no sólo fueron sus palabras sino cómo las formuló, con tanta fuerza y delicadeza al mismo tiempo, lo que me hizo cambiar rápidamente el chip. Y me dije: “¿Ah sí? ¿Miedo al caos? Vamos a intentar que no!” ☺ Y lo primero que se me ocurrió fue generar incluso más caos.
Fue cuando nos pusimos manos a la obra en la cocina. Fue como desafiar al caos, echarle un pulso y pasarlo bien. No sé si me estoy explicando bien. Y bueno, si de normal solemos hacer un postre por tarde, el sábado fue en plan: “¿Uno?? Eso no es suficiente caos! Vamos a hacer dos, tres y hasta cuatro recetas. Y poner la cocina echa una porquería, mancharnos la ropa, desordenar más si cabe, generar más caos y hacerlo sin miedo…”
Y eso es lo que hicimos. Lo pasamos súper bien. Así que os animo, si en algún momento os veis desbordas de caos, intentad disfrutarlo. No es fácil a priori pero hay que dejarse llevar un poco. Este es el resultado: Un popurrí caótico de cena mezcla de dulce y de salado, que estaba buenísima. ☺
Las recetas son de un libro de recetas para niños que aprovecho para recomendaros. Yo lo cogí en El Corte Inglés pero he encontrado éste en Amazon que por la tipografía del título me pega que sea el mismo o muy parecido aunque la editorial no es la misma. Cuesta menos de 5 euros y eso sí que recuerdo que me costó por ahí. A mis hijos les encanta y hemos hecho un montón de recetas de este libro.
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