En el post de hoy voy a pensar en alto, voy a decir que cosas que siento y espero que lo leáis con atención. Sé que será imposible complacer a todos quizá con este artículo, pero está escrito con mi opinión personal y sincera, sobre lo que pienso sobre algunos temas que llevan a la conclusión que os describo al final :)
Ya sabéis que hace unos años que decidí emprender... ¡bendita palabra! Tiempo después, me siento bien, me siento fuerte porque durante este tipo me he hecho más dura en muchos sentidos, así que os voy a contar algunas cosillas más personales.
El otro día en mi Facebook personal, en el que nunca escribo nada ni me predico sobre ningún tema, dejaba mi opinión sobre algunas cosas que me molestaban últimamente cada vez que iniciaba sesión en esa plataforma. Harta de ver quejas sobre nuestro país, nuestro sistema, nuestros horarios, los impuestos, etc… llegué a una conclusión: siempre, casi todos los perfiles que más se quejaban, eran los que menos tenían que hablar. Conocidos míos que desarrollaban su negocio en B, sin estar dados de alta o cobrando el paro y facturando a nombre del hermano, primo o vecino… Personas que se quejan de todo a todas horas, pero que tampoco hacían nada para evitar la situación de nuestro país.
Nuestro sistema no es perfecto, claro que no, los políticos siguen sin servir de ejemplo para muchas cosas, pero es que los ciudadanos… ¡tampoco lo somos! Con eso de “esto es España” parece que todo está permitido y que podemos engañar, defraudar o robar como algo normal, porque “como todo el mundo lo hace”…
A veces se me queda cara de pardilla cuando veo con mis ojos, me cuentan y me dicen que porqué no me desgravo esto o aquello o cuando alguien coge unos tickets de unas cervezas entre amigos para desgravárselos como “reunión de empresa”… ¿empresa de qué? De momento a mí, mis amigos a los que adoro, no han hecho ni que mis ingresos suban ni que A trendy life se desarrolle más rápido… Eso sí, muchas veces me dan muchas ideas valiosas y los amigos de verdad (los de verdad repito) siempre se preocupan y preguntan por cómo me va y eso, es de agradecer.
Gracias a Dios confío en que todavía quedamos muchos que intentamos hacer las cosas bien, ir por el buen camino. Yo como tú, que me estás leyendo, también pago impuestos, suspiro cada vez que llega el descuento a mi cuenta corriente después de un trimestre y echo muchos improperios dirigidos al Sr. Montoro, pero creo que, nuestro deber como ciudadanos, es hacerlo así, hacerlo bien. Sólo así nos aseguramos que nuestros impuestos se destinan a recursos que a todos nos interesan, por eso me fastidia que yo que pago mis impuestos legalmente, que intento siempre hacer las cosas bien tenga que suplir las deficiencias de otros que no cumplen con lo establecido porque no les da la gana, porque prefieren abiertamente y sin tapujos defraudar…
Gracias a Dios confío en que todavía quedamos muchos que intentamos hacer las cosas bien, ir por el buen camino. Yo como tú, que me estás leyendo, también pago impuestos, suspiro cada vez que llega el descuento a mi cuenta corriente después de un trimestre y echo muchos improperios dirigidos al Sr. Montoro, pero creo que, nuestro deber como ciudadanos, es hacerlo así, hacerlo bien. Sólo así nos aseguramos que nuestros impuestos se destinan a recursos que a todos nos interesan, por eso me fastidia que yo que pago mis impuestos legalmente, que intento siempre hacer las cosas bien tenga que suplir las deficiencias de otros que no cumplen con lo establecido porque no les da la gana, porque prefieren abiertamente y sin tapujos defraudar…
Supongo que sois muchos los que pensáis igual que yo, incluso los que sabéis que lo hacéis mal. A mí me costó mucho emprender, dar el paso, arriesgarme. Tirarme al vacío y montar una empresa con todos los trámites infinitos que eso conlleva y el papeleo incesante para todo. Mi gestor me enseñó a hacer las cosas bien, a cumplir con lo estipulado y a no engañar y oye, yo le tomé la palabra al pie de la letra, sabiendo que hacer las cosas bien te da una tranquilidad y un bienestar que, aunque luego lo pagas en los impuestos, reconforta.
En muchas ocasiones no entendía porqué no me dejaba hacer ciertas cosas, pero siempre le he obedecido. Me costó poco darme cuenta el porqué no me permitía hacerlo, al final él ejecuta su trabajo de la manera más limpia y transparente posible y quiere que sus clientes también para que así, se acostumbren a hacer todo correctamente y no se vean involucrados en problemas, eso le honra y eso hace que le tenga en un pedestal. (No sé si lo leerás, pero que veas que estoy muy contenta contigo :)
En muchas ocasiones no entendía porqué no me dejaba hacer ciertas cosas, pero siempre le he obedecido. Me costó poco darme cuenta el porqué no me permitía hacerlo, al final él ejecuta su trabajo de la manera más limpia y transparente posible y quiere que sus clientes también para que así, se acostumbren a hacer todo correctamente y no se vean involucrados en problemas, eso le honra y eso hace que le tenga en un pedestal. (No sé si lo leerás, pero que veas que estoy muy contenta contigo :)
A veces cuando contaba a otros autónomos los gastos que no podía imputar porque así me había instruido mi gestor, escuchaba frases como “cámbiate de gestor”, “te está timando y estás pagando más”, “¡pues vaya gestor que tienes, el mío me pasa todo!”… El tiempo, Hacienda y muchas motivos más, me han dado la razón: un buen gestor, un gestor legal, vale oro…
Poco a poco A trendy life ha ido creciendo. Mucho esfuerzo, muchas horas de trabajo con jornadas de más de 15h, muchos viajes y muchos fines de semana. Mucho curro “del que no se ve”, muchas noches sin dormir, madrugones, quebraderos de cabeza y mucho más… pero también, muchas satisfacciones, muchas alegrías y muchos “oye, no lo estás haciendo tan mal”. Fallos y caídas, remontadas y palmaditas en mi espalda, ya que cuando las cosas salen bien, no queda otra que premiarme, ¡me lo merezco! Cuando salen mal, mejor no os cuento, pero lo bueno es que con diplomacia me digo que no puede volver a ocurrir y aprendo mucho, muchísimo de los errores.
Muchas cosas hay detrás además de fotos, selfies, bodegones y viajes idílicos, hay mucho más, lo único es que… ¡no se ve! Y como no se ve, también hay otros proyectos detrás que nada tienen que ver con el blog y para los que preciso de alguien como tú que me estás leyendo. Hace un tiempo me percaté de que mi vida era sólo “trabajo”. Trabajo que adoro pero que me hacía restar horas de sueño, renunciar a tiempo de calidad con mi pareja e incluso perderme muchos planes (vale, eso sigue ocurriendo muchas veces, pero no en esa medida de tiempos atrás).
Todo llega cuando tiene que llegar y llegó N* y decidía apostar por tener a alguien de mi lado, una persona que pudiera estar allí cuando yo más agobiada estaba. N* nunca me ha fallado, es mi mano derecha, pero necesito una mano más que me ayude con nuevos temas que están por venir y quizá, puedas ser tú. Sé que en este mundo de emprender el contratar a alguien hace que los demás te miren como “pero chica, ¿te lo puedes permitir?”, “Pero… ¿y le pagas la seguridad social también? ¡Estás loca!”.
Yo la verdad es que quiero hacer las cosas bien, ayudar en lo que pueda a otra persona y darle un trabajo, un contrato y una oportunidad de crecer. Creo que en estos tiempos en los que estamos, poder dar esa oportunidad a alguien, es algo muy bonito, muy valioso. Claro que todo cuesta y que hay que hacer ciertos esfuerzos y sacrificios para que esa persona forme parte de A trendy life, nadie dijo que fuera fácil, pero creo que quien no arriesga no gana y quien no hace las cosas bien, al final se acaba sabiendo, aunque para mí lo más importante es que yo sólo tengo dos manos y que para crecer se necesitan más.
Estamos en la época en la que todo se puede comprar, la avaricia y las ganas de más hacen que nos hayamos vuelto un poco locos: la reputación online, los likes, los “me gustas”, followers y mil cosas más… ¡seguro que en breve compraremos Pokémon! pero lo que no se compra es irte a dormir con la conciencia tranquila y con ese orgullo de contribuir y aportar tu granito de arena a hacer de este mundo un poquito mejor, por poco que sea, cada uno a su manera, está claro, pero siempre respetando unas normas.
Yo me quedo con eso. Sabiendo que emprender amigos, no es fácil, siempre dije que jamás lo haría, que ojalá tuviera mi horario de oficina vitalicio que me permitiera salir por la puerta y desconectar... Y ahora me miro y me veo igual que mi padre, esa persona a la que tanto admiro y de la que he aprendido que si un domingo había que estar ahí, fuera la hora que fuera, había que estar. ¡Gracias Papá por enseñarme tanto y tan bien! ☺
Sin embargo, EMPRENDER, aporta tanto...
* te hace crecer a nivel personal y emocional
* te hace confiar un poquito más en ti
* es como un máster acelerado de contabilidad y finanzas
* es como una carrera de fondo: con vayas y obstáculos, pero también con alguna medallita que te está esperando para subirte a un pódium aunque sea por unos instantes...
Y ahora vamos al grano, ¿para qué todo este rollo? Si has conseguido leerlo hasta el final, verás que me he desahogado bien aunque muchas cosas se me han quedado por decir, una de ellas la más importantes y es esta:
¿Te apuntas? ¡Esperamos tu CV
Al resto, si os gustan este tipo post sobre emprender, no dudéis en decirme porque tengo pensado hacer alguno más y tocar temas que os pueden interesar... :)
Al resto, si os gustan este tipo post sobre emprender, no dudéis en decirme porque tengo pensado hacer alguno más y tocar temas que os pueden interesar... :)
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