Otra vez antes de que te dieras cuenta ha llegado el verano y te ha pillado a mitad de la operación bikini y con los pies hechos un desastre. Tranquila, aquí tenemos un plan resucita-pies de emergencia para que puedas empezar a probar pedicuras divertidas y estrenar sandalias sin temor a que te juzguen en el metro.
1. Exfolia
Ya hay algunos exfoliantes específicos para pies, aunque si lo tuyo es el DIY puedes mezclar sal gorda o azúcar con aceites o miel y conseguir el mismo efecto.
2. Acaba con las durezas
Las maquinitas eléctricas para limar durezas y eliminar piel muerta son de gran ayuda, una inversión que merece la pena. Sino te viene bien hacer ese gasto ahora, siempre puedes usar una lima más grande específica para talones y durezas o recurrir a una vieja amiga, la piedra pomez.
3. ¿Cortar o limar las uñas?
Es un poco a gusto del consumidor, pero me pareció buena esta sugerencia que daba Deborah Lipmann en la última edición de la revista Glamour Americana: “corta las uñas en línea recta y termina limando las esquinas”. Voilà.
4. Aceite para cutículas
Aunque lo ideal es que lo utilices casi a diario para ver resultados, en seguida puedes notar los efectos de este aceite que ayuda a endurecer tus uñas y aportar un extra de brillo.
5. Hidrata
Recuerda usar una crema hidratante para pies y dejarla actuar unos minutos antes de aplicar cualquier otro producto. De hecho, cuando vayas a empezar con los top coats y el color, pasa primero un algodoncito seco por las uñas para eliminar cualquier resto de aceites y crema que harán que el esmalte no se fije a la uña y estropearán tu pedicura.
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